sábado, 30 de septiembre de 2006

El lugar en el que estás es siempre una pista de despegue

Tenemos una posición y la defenderemos hasta la muerte.
Una posición nómade.
Nos movemos por el mundo con nuestras ideas y miradas a cuestas,
las llevamos en un bolso
oscuro
hecho de memoria.
Lo que sucede en ese bolso no lo sé,
pero a veces lo abro
para jugar con la piezas de un rompecabezas
que nunca voy a terminar de armar
felizmente.
Solo pido permiso para partir
cuando vuelvan las ganas.

Releer hasta entender.

martes, 26 de septiembre de 2006

Tubis

Poema para ser grafiteado en la zona de la universidad donde se chupa y lanza  todo el día. Este poema es en honor a tan sabio espacio, a tan prolífica tierra de nadie y de todos, donde se suceden todas las pudriciones una tras otra, como si fuese una estación espacial intergaláctika, un lugar de paso donde drogarse con algo o tener relaciones sexuales a la luz de las estrellas. O causa acá la gente no tiene billete pal telo, pe primo.

Buena onda para todos
Les deseo el mejor de los instantes
Pero no aflojen el músculo
No dejen que sus sueños caigan en la oscuridad.

Buena onda para todos
Salgan, siembren el caos donde quiera que vayan,
derrumben edificios con sus pensamientos.

Siéntanse naciones o estrellas
y que su actuar sea como el de los autistas
que habitan la oscura soledad.

Quemen, quémense paracaidistas sin trueno
sean como el rayo que lo quema todo a su
paso, no vuelve a caer en el mismo lugar

y no espera a que lo escuchen.

Buena onda para todos.
En morir no hay nada malo.
Lo malo está en quedarse muerto.

Ustedes son los Santos Oscuros, los desconocidos
y extraños que abren puertas a infinitos
universos de goce extremo.

¡Salud, con todos ustedes!

jueves, 21 de septiembre de 2006

Depresión (es un poema de hace ya varios días)

Incluso las que duermen en el mar
tienen el corazón seco.


Todas las piedras están secas

empujadas por las aguas indiferentes del río
o golpeadas por la lluvia o el balde.

Todas las piedras están secas,
estoy triste.

domingo, 17 de septiembre de 2006

Estamos saliendo de una zona de turbulencias

Miren, miren como salimos de la depresión.
Qué no hayan más ganas de estar muerto,
vamos sal de la cama y abre la cortina.
Levanta los brazos y observa a estos pajaritos cantarines
mira el cielo celeste clareado por los brillantes rayos blancos, atravesado por los negros postes. Qué así como ellos rompen las nubes y su plomiza pesadez matinal,
quiebres la estructura de este día.
Te deseo una feliz e inesperada
caricia visceral en el centro del universo que habitas.
Agítate como un desquiciado dentro de una botella de medio litro.
¡Qué seas todo lo feliz que tu cuerpo pueda soportar serlo!