domingo, 18 de mayo de 2008

http://jamillan.com/v_atencio.htm

Si me ves perdido viéndote
no hagas nada por traerme de vuelta

Tomo asiento, pero la decena de pares de ojos me miran en ese habitáculo móvil.
No estaba hiperstone, pero por un momento pensé que se tirarían encima mío a desgarrarme la ropa y chuparme la pinga. Incluso el hombre que manejaba el auto. Y que volteó para verme sentarme ahí al costado, mirando al otro costado y de costado a todas esas miradas sedientas.

Es, ¡hey, Cucha!
Maruchéame. Me he salido.

Publicidad y comida embolsada sobre el sofá.
Naves espaciales, vasos de vidrio. El celular no sabe a quién llamar.
No es cansancio, no es eso que no quiero admitir. No es enojo, ni rutina.
No es tampoco que todo lo que quiero no llega, porque al fin y al cabo llega con una risa burlona
pero yegua.
Es esto nada más. Nada más es esto. Esto es nada más. Mas esto es nada. Nada es esto. Esto es nada.
Nada es nada. Nada nada nada. Nada.

¿Qué es el amor?
Tendríamos que enfrentarnos en un círculo pintado con nuestra sangre en el suelo.
y quitarte los guantes para oírme hablar de amor, tendría que soportar tu olor y otras cosas que tal vez algún día haga sin decirte nada, sin que te des cuenta o tal vez te deje ahí, como todas las demás cosas que nunca existieron.

Iba a poner algo, pero me di cuenta que ya lo había puesto en algún lado y aunque no sé si alguna vez alguien lo escuchó, lo borré por puro odio a la repetición. Y sin embargo ahora sigo hablando de lo mismo y tú jamás sabrás si esto no fue en verdad borrado.

Tú fuiste borrado.
Tú fuiste olvidado.
Tú nunca existitse.

Y sin embargo siempre apareces siempre
para tirar bolas de oxígeno en las lomas y hacer que salten los camarones sobre la orilla.
Siempre como que encuentras la salida al laberinto y cuando entro nunca encuentro mi cabeza con cuernos. Te la llevas y una espada en la otra mano, como en el cuento de Borges en el que sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura.
Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duremo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos).
Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar.
La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo.
Pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, yo. Que quizá haya creado las estrellas y el sol, la enorme casa, pero ya no me acuerdo.

La principal diferencia entre humanos y post-humanos, es la monstruosidad de los segundos. Monstruosidad a la que se encuentran constantemente retornando. Como los wevones que se juntan para crear naves espaciales y regresar a su planeta, para dejar al resto de humanos matándose allá atrás.

Escú, feminismo castrante, chame.
Novia postnormal para la nube de humo y otras irregularidades no seleccionadas. Caucho crayola negra pintando círculos y líneas sobre la autopista. Las turbinas no me dejan escucharte. Me muero por oír tu voz. El Turbinas dice que está bueno el keke. De la caja abierta salieron volando, pero al fondo quedó una. Mamá contaba historias antes de dormir, historias que leía en la enciclopedia. Este párrafo es un montón de oraciones con la misma métrica. Pero si no encajo en el molde no me importa. De hecho, la idea es justamente no encajar. Pero si encaja, ya pes normal. Tampoco hay que engreírse intentando que todo salga bien.

-Amada imaginación, lo que más amo en ti es que jamás perdonas.
-Ésa es de Breton, tío. Primer manifiesto surrealista, que no te metan floros.
1924, blablabla, datos, información, contextos. Cosas irrelevantes.
La voz sería ver las huellas de aquellos que han pasado por las mías.
Espero estarte inspirando, aunque si no lo hago también estará bien, me lo imagino.

-No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar la bandera de la imaginación.
-¿Qué es la imaginación?
-Yo soy la imaginación.
-No, tú eres una copia de una copia de una copia de una
-Yo soy la imaginación.
-No, tú eres una copia de una copia de una copia de una
-Yo soy la imaginación.

Podría pasarme toda la mañana, y tal vez toda la noche, mirando una pared de mi cuarto;
si no fuese por el sueño o el hambre.

La masculinidad, o los sistemas de valores masculinos, están estructurados según una "economía de lo propio". Propio -propiedad- apropiado: señalando un énfasis en la propia identidad, el auto-engrandecimiento y la dominación arrogante, estas palabras caracterizan adecuadamente la lógica de lo propio, según Cixous. La insistencia en lo propio, en un propio regreso, conduce a la obsesión masculina de clasificar, sistematizar y jerarquizar...

Ella me abrió las puertas a un mundo que me quiso regalar.

Desde el momento en el que uno recibe un regalo se encuentra "descubierto" ante el otro y, si se es hombre, lo único que se desea es devolver el regalo cuanto antes, romper el circuito de intercambio que podría no tener fin... no ser el niño de nadie, no deber nada a nadie.
En el Reino de lo Propio, el regalo se percibe como algo que crea una desigualdad -una diferencia- algo amenazador en el sentido de que crea un desequilibrio de poder.

Si existe una "propiedad de la mujer", esta es paradójicamente su capacidad de desproveerse sin egoísmo, suerpo sin fin, sin apéndices, sin "partes" principales... Esto no significa que sea un magma informe, sino que no desprecia su cuerpo ni su deseo... Su líbido es cósmica, así como su subconsciente mundial.

El Reino de lo Regalado no es en realidad un reino en absoluto, sino un espacio destructor, de intercambio y placer orgásmico con el otro.

Tu existencia es el ramo gigante que se escapa de mis brazos
Mal atado abre los muros despliega las escaleras de las casas
Se deshoja en los escaparates de las calles
Con las noticias me voy continuamente con las noticias
El diario es ahora de cristal y si las cartas no llegan ya
Es porque el tren ha sido comido
La gran incisión de la esmeralda que dio origen al follaje

Por esa brecha veo
Las grandes sombras crujientes la vieja corteza gastada
Que se desvanecen
Para permitirme amarte
Como el primer hombre amó a la primera mujer
Con toda libertad
Esa libertad
Por la cual el fuego mismo ha llegado a ser hombre

Diseñados para un mundo predigital, las leyes y modelos de negocio que rigen las relaciones entre autores, editores y consumidores de cultura ya no sirven. En la Red regalar y permitir la copia es la mejor manera de triunfar.

En un mundo digitalizado y dominado por la Economía de la Atención los modelos de compensación a los autores (sensu lato) que se basan en un tanto por cada copia material vendida carecen de sentido. Por una parte ya no hay materialización de la información, y así el tanto por copia es absurdo. Por el otro la competencia es a todos los efectos infinita, y por tanto al autor no le interesa dificultar la extensión de su trabajo.

En la Economía de la Atención, entre billones de páginas web que compiten por unos segundos de ojo humano, el prestigio, la marca y la proyección son vitales y valiosísimos. Los autores competirán en regalar sus trabajos con el fin de atraer hacia sí atención y prestigio, monedas que serán intercambiables por divisas más fungibles. En este entorno quien trata de controlar (limitar) la extensión de sus trabajos pierde siempre; quien menos regala es menos conocido y por tanto ingresa menos.

El que tiene más éxito es el que más da. El que acumula la única moneda valiosa en la Nueva Infosfera: Atención.

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