o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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7 comentarios:
la idea del corto esta chevere, el escenario esta bien escogido ;pero un poco baja el vuelo la actuación del protagonista,por momentos sobreactúa(por ejemplo cuando camina por el sendero de tierra al inicio o cuando se pone la mano en la oreja para oir la ultima piedra)La actuacion del extra termina siendo ,aunque fugaz, esplendorosa. Sin embargo, seria una buena opción de embellecimiento rehacer el corto.
Duro. Recuerda a godart-
Coincido, la actuación del extra estuvo fenomenal! Y la oida supersonica le dio su toque irreal
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necesito fumar hierva y verlo nuevamente.
pero que va, yo creo en lo que veo solo si esta dentro de una pantalla
estuvo paja, kreo.
a mí tb me recuerda al dios del arte y a dogma 95, tb un poco. Faltó el audio, la actuación del protagonista estuvo bien para mí. Incluso parece cine mudo, nomás faltó ponerle un ruidito de pianola y unas palabras en cartulina negra.
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ah, olvidaba decirlo :
para ser el primer corto de un par de monfus, no esta nada mal
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