o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
solo falta joy division!
tenemos una canción que acá entre nos, le decimos joy division, loco te va a gustar nuestra tocada del sábado.
Publicar un comentario