o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
lunes, 1 de junio de 2009
Cuando sea grande quiero ser the shadows
Broder, Hank Marvin siempre será el maestro de los capos.
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1 comentario:
Desde que escuché Blue Star, hayá popr 1961 yo también quise ser un guitarrista como Marvin.
Te invito a visitarme en http://shadowmusic-lamy.blogspot.com
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