lunes, 28 de mayo de 2007

Puta madre, mi generación me da miedo

Las luces verdes amarillas del MODEM me indican que está prendido a diferencia de mi propio cerebro, que todavía no reacciona. Por favor, enciéndete. Echa algunas llamas, piensa en algo, sirve, cumple alguna función en este día, ayúdame a no aburrirme. Por favor, cerebro, haz algo, no dejes que me aburra eternamente acá sentado. Google, Altavista, Soulseek envíenme algo que nunca en mi vida haya visto, algo nuevo y completamente inaudito, algo que me haga abrir los ojos y decir: “ala mierda, por la reputa madre!!!”

Ahora que te aburriste de aburrirte
y te cansaste de estar cansado.
Ahora que el sinsentido
ya no tiene ningún sentido.
Ahora que ya lo quemaste todo
y no tienes nada
por un exceso desmedido
en tu consumo de drogas
y putas.
¿Dime, qué vas a hacer?

Existimos para saber qué tan real es todo esto, qué tan cierto es todo eso que hemos oído decir a todos esos idiotas que hablan y hablan y no saben nada. Estamos para saber qué más hay, qué podemos hacer. Y no lo sé, pero en eso estamos y no me puedo detener a explicártelo.

De todos los sitios en los que podíamos nacer, hemos nacido en el más inimaginablemente cagado de todos: Lima, Perú. Cagado por todas las razas y sangres del mundo, incluso por las aves. Nuestra enfermedad es nuestra riqueza, nuestra debilidad nuestro fuerte, en nuestro peor vicio radica nuestra virtuosa belleza. Somos una cagada, pero la mejor cagada del mundo.

lunes, 21 de mayo de 2007

Llevando un desierto a cuestas

Hilotes, piñas de puyas solitarias,
burbujas espinozas en el desierto
y en la ciudad una red invisible
de sueños que cruzan las aves
oscuras volando de ventana
en ventana.

En el desierto, el silencio las arruya
y en el barullo, la contaminación nos domina.
¿Así, cómo poder despertar?
Será que habremos de abrir largos los ojos
para vernos.

Una tarde, dame,
para que aparezca en medio de tu cama
destendida y sin zapatos.
Una tarde para no decirnos nada,
para convertir al resto del universo
en cenizas.

En el desierto las plantas existen simples.
Unas lechuzas cavan sus nidos en el cactus.
Las púas se ven agresivas.
Ratones se asoman por agujeros en la tierra.
La luna llena alumbra con un extraño azul.
Insectos y serpientes.

Atravesaría mil desiertos si supiese dónde estás.
Me convertiría en todo para rodearte y tenerte en el centro del corazón.

Estoy perdido en mi habitación solitaria como un desierto.
Las aves pasan. La gente duerme. La gente está despierta y en todos lados.
A veces sueñan y estos sueños como moho,
como una telaraña nos envuelven a todos.

Si no vuelves no volveré a soñar. Enfermaré
y, ¡bah, qué más da! moriré.

Páreme, arrójame una vida.
Ya no encuentro nombre para llamar a este estado.

martes, 15 de mayo de 2007

Haces que mis nubes se llenen de lluvia

Hoy solo he escuchado mis canciones favoritas. Cada vez que veo el color naranja pienso en ti.

Es totalmente enfermizo
y me encanta.

Ojalá ser un fracasado fuese un éxito.

Y tuviese ganas de decir algo más que ruidos.

O que hubiese alguien con ganas de escuchar una historia increíble, que nunca voy a saber por dónde comenzar.

Mi vida es un hipertexto, que has perforado muchas veces.

Una capa de ozono solía ser,
hoy no.
Un agujero es
todo lo que soy.

Caeré en copos sobre ti
blancos,
cuando mis cenizas
dejen de ascender.

It wasn't there.

Tengo miedo y estoy confundido como todo el mundo. Dónde están los héroes prehistóricos que llevaron a cabo las revoluciones y marcharon a la guerra tan solo por la pasión. Dónde los héroes, dónde. Ya se los ve o es que los torbellinos también a mí me han terminado por convertir en un muerto en vida, como esos que pueblan las calles, sin pensar que los patrones tienen a Cecilias Bolokos calatas en sus camas. Es una mierda, las bestias salvajes del expacio exterior me van a dejar solo en medio del campo. Ya la vi.

Me voy a fabricar unos anteojos con papel celofán naranja.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Corneta

Heladero detente. -Le gritaron desde una esquina.
Pero a su triciclo se le había malogrado el freno. Finalmente, su madre no pudo asistir al entierro. Y se volvió a casar, cuando las campanas sonaron como no lo hacían desde el 45, fecha en la que Heladero había sido vaticinado por Abuelo, que ese día se había despertado con ganas de tomar una Coca Cola.

Toma Coca Cola y sopla la corneta. Y luego inventa el freno de la edad moderna.
Intenta detenernos.
Como te habrás dado cuenta, es imposible.
Ya nada nos puede detener ahora.

Ahora.

Ahora.

Ahora.

Ya nada nos puede detener ahora.

Lo que hace unos minutos eran puntos, hoy son líneas interminables que nos hablan desde el pasado, atisbando un leve y monótono futuro que pronto se habrá hecho imperceptible y oscuro como el aire, como la gravedad, como el peso de nuestro propio cuerpo sobre las plantas de nuestros pies, como el idioma que habla cada ser humano y como la rotación de este mundo que pronto se detendrá harto de nosotros.

Ni siquiera todo el amorrr que puedan llegar a sentirrrr todos los hombres de este mundo en un instante determinado de la historia podrá salvarrrrrnos.

De cualquier forma, yo nunca quise ser salvado
de este caviar.