lunes, 28 de mayo de 2007

Puta madre, mi generación me da miedo

Las luces verdes amarillas del MODEM me indican que está prendido a diferencia de mi propio cerebro, que todavía no reacciona. Por favor, enciéndete. Echa algunas llamas, piensa en algo, sirve, cumple alguna función en este día, ayúdame a no aburrirme. Por favor, cerebro, haz algo, no dejes que me aburra eternamente acá sentado. Google, Altavista, Soulseek envíenme algo que nunca en mi vida haya visto, algo nuevo y completamente inaudito, algo que me haga abrir los ojos y decir: “ala mierda, por la reputa madre!!!”

Ahora que te aburriste de aburrirte
y te cansaste de estar cansado.
Ahora que el sinsentido
ya no tiene ningún sentido.
Ahora que ya lo quemaste todo
y no tienes nada
por un exceso desmedido
en tu consumo de drogas
y putas.
¿Dime, qué vas a hacer?

Existimos para saber qué tan real es todo esto, qué tan cierto es todo eso que hemos oído decir a todos esos idiotas que hablan y hablan y no saben nada. Estamos para saber qué más hay, qué podemos hacer. Y no lo sé, pero en eso estamos y no me puedo detener a explicártelo.

De todos los sitios en los que podíamos nacer, hemos nacido en el más inimaginablemente cagado de todos: Lima, Perú. Cagado por todas las razas y sangres del mundo, incluso por las aves. Nuestra enfermedad es nuestra riqueza, nuestra debilidad nuestro fuerte, en nuestro peor vicio radica nuestra virtuosa belleza. Somos una cagada, pero la mejor cagada del mundo.

No hay comentarios.: