jueves, 28 de junio de 2007

Dentro de un par de años este día nunca habrá existido

A menos, claro, que hagas algo que te haga recordar este día por el resto de tus días.

No hagas lo que quieras. Has lo que siempre has querido hacer.

Una vez que hayas hecho o te hayas puesto a hacer lo que siempre quisiste, ya puedes ponerte a hacer lo que te dé la gana.

En realidad, has lo que te dé la gana, pero no te quejes después. Estamos cansados de escuchar quejas y protestas, arrepentimientos, remordimientos y sentimientos de culpa, que son los pequeños claustros infernales.

Como habrás visto, todo el mundo está donde ha querido venir a ponerse. Pero no te alarmes; este instante, como cualquier otro, te da la oportunidad de volar a otra rama.


Anda, vuela y ponte donde quieras, alcanza las nubes rojas. No tienes límites. Este día nunca existió, este día no existe. ESTÁS SOÑANDO. ESTÁS DORMID@. Dentro de unos días este instante nunca habrá pasado por tu vida, lo habrás olvidado por completo, de la misma forma como serás olvidad@ tú y tu nombre y tu mundo, que a nadie en verdad importaron.

¡ESTO ES LA FELICIDAD INTERMINABLE POR LA RECHUCHA DE SU MADRE!
¡SON LIBRES, PUEDEN USTEDES HACER LO QUE QUIERAN!

No, en realidad no. No se puede ser libre sino hasta haber liberado a la última bestia aprisionada, para eso tenemos este instante tan real.

miércoles, 20 de junio de 2007

Soledad es claridad


Cada paso que das, cada clic que te conduce a un nuevo destino en tu caminata, en tu deslizamiento mental, es un signo de tu soledad. Nadie más da ese paso, en esa dirección, en el lugar y momento que tú. Nadie tiene idea de dónde estás y a nadie le importa.

Míranos a todos tan solos y tan metidos cada uno dentro de nosotros mismos sin escapatoria.


GRita, habla con todo el mundo, escribe en cada pared, pinta con tus dedos toda superficie, embarra al mundo con tu mierda, dale un beso en cada mejilla, lame sus cabellos y arráncale los ojos, nos estamos derramando. Crayola líquida, pero roja. Sígueme incluso cuando no haya camino por dónde ir.


Cuando llegues al final tírate al suelo, para que quien vaya detrás tuyo pueda dar un paso más lejos que tú.


¡Esfuérzate! que existir es estar en movimiento, aunque el momento de apagar la pantalla siempre llega. Todos duermen, todos mueren, algún día. Todos algún día nos detenemos frente a una ventana a contemplar cómo se prenden las luces de la ciudad, hasta que se vuelven a apagar.


Evolución es claridad. El futuro al que me dirijo es pura luz, puro nacimiento, hijo. Meteorito, cannonball, velocidad uniforme, suspensión del aliento, vértigo, dos, .


viernes, 8 de junio de 2007

Cambié la plantilla del blog y no sé cómo ponerla como antes

Todos somos personajes de una novela que todavía se está escribiendo. Una novela en cuyo conflicto están en juego todas nuestras vidas, las lejanas y las cercanas, las grandes y las pequeñas vidas que piensan que no podrán cambiar nada. Todos nos aproximamos como un rebaño de engañados individuos que ciegos no dejan de gritar o balbucear en otros casos: "yo soy yo, yo soy único y especial, yo soy distinto pero nadie me comprende" y todos, uno a uno y uno detrás de otro vamos a ir cayendo, como movidos por una inmensa faja transportadora de cajera de supermercado, al infierno a arder eternamente, como lo hemos venido haciendo siempre. Todo igual, sin ninguna novedad, sin ningún cambio hasta que finalmente el día llegue en que, tal vez primero uno y luego otro, aquí y allá, sin verse, sin vernos, iremos despertando y saldremos de la faja que nos conduce a la nada y nos moveremos felices y libres, bestias salvajes del espacio exterior, vagando incontrolables y terribles, sin miedo a nada, ni siquiera a volver a ser esclavizados ni siquiera a quedar atrapados en la eternidad. Y por un instante, uno de esos en los que cualquier cosa puede pasar, marcharemos como un ejército alegre a la vida, al caos, a lo que ninguna palabra jamás llamó de forma alguna.

En medio de su propia soledad absoluta cada uno sabrá que todos somos uno. Uno al que solo le interesa explorar el tiempo y saber qué tan real fue ese sueño que alguna vez, dormido, verbalizó.

jueves, 7 de junio de 2007

Me rindo, no sé cómo funciona




Todos caemos en este mundo.
Con una máquina sin manual de instruxiones.
Y ahí estamos weviando todo el día
de un lado para otro
paseando al dragón con correa,
algunos idiotas le ponen un chalequito de polar.




Hoy he aprendido que el dragón
solo necesita nuestro cuidado y cariño
para elevarnos a la luna.




Siente cómo sube, desde el sexxxo
siente como sube, mientras vas perdiendo las palabras.

Mientras vas olvidando y el dragón sigue subiendo por toda tu espalda
hasta que clava sus garras en tu cuello y su corazón se une al tuyo.

Siente su aliento en tu garganta, como te llena de un calor
que te hará cantar como nunca cantaste una canción acerca del cielo.

Y cómo sus ojos pasan frente a los tuyos, hasta que puedas ver
estando ciego.

Y luego, y luego,
en éxtasis el dragón
te da su palabra con
un mordisco
jugoso
en el cerebro
y todas esas historias
de santos y vírgenes
en campos verdes
llenos de almas
que nunca tienen hambre
y dónde el tiempo nunca termina de
comenzar,
donde cada paso te conduce a
una nueva habitación
donde experimentar una
nueva sensación
cada vez
más veloz
y más intensa
y más
máaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
como un orgasmo post mortem
o como si litros de semen salieran de tu cuerpo
y lo recorrieran todo
para dejarte vacío
y completo
y muchísimo más,
pero más intenso
que una película
de dos segundos
con las mejores escenas
de todas tus vidas anteriores.

Así caemos en este mundo:
con una máquina-dragón que nadie sabe cómo funciona
ni para qué sirve,
que todos llaman "yo"
pero nadie sabe porqué.




Si hay alguien a quien tenemos que adorar es a Enrique Congrains Martin.
Ése tío está en las nubes desde hace rato.