5 de la mañana. Me tocaba salir al segundo refrigerio de la jornada. En la cafetería, unos compañeros miraban la repetición del noticiero del día anterior en una televisión envuelta en el rack negro de la esquina del cuarto. Una mujer gritaba y lloraba. Mijo no es un delincuente, ni un drogadicto y voy a luchar por su libertad y no dejaré que lo metan preso.
-"Señora, su hijo es un piraña de mierda". Yo no sé qué espera el tombo para callar a esa vieja de mierda que hace tanto escándalo.
Acribillan a Pedrito y a su lado muere chiquilla de 15 años.
-¿Qué tenía que estar haciendo esa golfita ahí? -comentan mientras toman café para mantenerse despiertos toda la madrugada.
-Me ponen tensa, nerviosa, estas noticias.
-Ay sí, no sé por qué las ponen y las dan a las 10 p.m. osea, niños vean cuán violento es el mundo en el que viven.
-Sí, se me encrespan los nervios.
Nadie cambia de canal. Siguen tomando café, siguen hablando acerca de lo que ven en la tele.
¿Qué está sucediendo para que las calles de Lima se conviertan en cementerios al paso? La guerra entre los delincuentes de Loreto y Castilla en el Callao ya lleva más desaparecidos que la guerra entre el Perú y Ecuador. Chiquillos manejan pistolas y ametralladoras. Los más sanguinarios sicarios de ambas pandillas son flaquitos, no ganarían una bronca ni a Felpudini. Pero son crueles, matar es más que un oficio, es un placer. Esta situación la vivió Colombia. Novelas clásicas como la de Fernando Vallejo, 'La Virgen de los sicarios' nos lo grafica. Ese fenómeno se trasladó al Perú. Antes, la delincuencia tenía otros códigos. No se mataba a traición, en emboscadas. Los faites como 'Tatán', el mítico 'Negro candela' del callejón de 'Nariguete' o su compinche el 'Tío Filo', dirimían sus discrepancias y sus rivalidades a limpios duelos a chaveta o sable. La 'China' Peralta mató a 'Tatán' en el 'Panóptico' a chaira y muchas mujeres lloraron por la muerte de un delincuente que tenía fama de 'Robin Hood'. De los robos a millonarios, parte de las ganancias las repartía en los Barrios Altos, en los callejones de su cuadra de Las Carrozas. Los delincuentes de hoy no tienen ningún tipo de código. Alquilan sus pistolas hasta por cien soles, para matar a quien sea. Secuestran a chiquillos de barrios humildes, hijos de pujantes comerciantes. En Santa Marina, un humilde jardinero fue asesinado porque no se dejó quitar su podadora. Por eso lo mataron de un balazo en el corazón. [Extraído del Diario Trome]
-No creo nada de lo que veo en la tele -fue lo que dije, queriendo iniciar la polémica.
La mente del hombre de ciencias estaba finalmente vacía; aunque su cuerpo desperdigado, entre los miles de libros que decoraban su biblioteca.
Era el soplido de un niño inflando un globo,
el rumor de las hojas rozándose entre sí una tarde,
la sombra del toldo de una tienda que observa a la gente pasar un domingo.
Por eso podía mirar, por eso podía entender.
Así como el águila entiende donde está su presa, sin tener que pensar demasiado.
Así sabía que las mentes de todos en la ciudad eran controladas, manipuladas, esclavizadas por aquellos que, como los reyes, por necesidad y en bien de todos, están siempre sentados arriba.
Que reine quien quiera reinar. Siempre ha sido así. Que reine quien pueda, quien pueda estará bien y que haga lo que quiera.
Mente vacía, como vacía está la mente de mi PC.
Mente vacía, como vacía es la mente de mis tijeras, mis plumones, como vacía está la mente de mi bicicleta y como vacía está la mente de las piedras que me miran.
Mente vacía, como un sol circular blanco que lo ocupa todo, como el eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Así soy, ¿y? Y nada. Mente en blanco, mente zen, que rebota de la pared al techo y luego sale por la ventana a nadar como marsopa, a saltar como un lémur agonizante. Como Thom York, the eraser, o como Bleach. Ellos vienen a blanquearnos la mente. Ya era hora, y cuando llegue a matarte me darás tu corazón en un plato para que me lo trague y haga con él lo que quiera.
-De hecho, solo creo un 20 o 30% de la información que pasa a través de mis sentidos, que siempre están errados. Y lo hago no porque quiera, sino solo por necesidad.
-O sea que tú eres: pienso, luego existo –no sé por qué, esa fue la respuesta que sucité.
-No. Yo existo, luego no pienso. Es decir, todo este tiempo hemos tenido mente, como los animales han tenido garras y fauces. Pero al menos, personalmente, ya solo utilizo mi mente con fines recreativos o no la uso. A la gente que piensa como yo se la ha venido llamando solipsistas. Creo que vivo en mi propia mente.
Levantaron una ceja, lavaron sus tazas y regresaron a trabajar hasta el siguiente break, al que saldrían ya solo a fumar un cigarrillo en una ventana y a conversar, como siempre, de cosas intrascendentes.
¿Y ustedes creen que no tienen nada que ver con los asesinos del Callao? Ja ja ja. Sigan viendo tele. Colombia queda en todo el mundo, no se hagan los wevones.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
2 comentarios:
reconocer el estado salvaje, primitivo de la mente puede ayudar a entender a las hordas sanguinarias de la ciudad. desde luego, tienes tu propio rincón reconociendo ese hecho. tu personaje puede argumentar la higiene brutal de la mente, a través del arte, de la agonía, como una proyección de la rehabilitación que necesita la sociedad. Puede hacerlo con hastío, ironía, no son los peores síntomas de la enfermedad de violencia y estupidez en que vivimos. pueden ser las premisas de tu personaje, que también es o juega a ser ingenuo por momentos. algunos arrogantes deben ser escuchados.
La tv me parece un horrendo gigantometraje. Verlo por necesidad es como el mal habito de la lectura obligatoria. La realidad es obligatoria e indefectible, pero viene del otro lado, como dices. seria mejor la degradacion natural de los hechos de boca a mente mente a boca, o al menos el silencio que presagia lo que nunca pasó.
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