Mamá, ¿me puedes traer algo para matar?
Qué se yo, un pollo, un perro,
algo a lo que le pueda quitar la vida para comérmelo luego.
El surrealismo es mi religión,
mi partido político
y la flaca que me quiero tirar desde hace rato.
No es una cosa absurda y sinsentido
sino todo lo contrario:
un círculo y el triángulo
una fórmula matemática
el mapa sociopolítico de Asia
una charla de orientación vocacional
el consejo de una buena madre
el rojo saliva de un beso vampiro
un zombie sin cabeza que estira los brazos al frente.
"Por qué vestirse como revolucionario, si puedes ser un revolucionario",
es una frase de Banksy, me dijo quejándose de todos esos adolescentes idiotas.
Lo oí con mucha atención diletante
dile tonto
por no saber
qué significa
diletante
dile tanto
tanto
tanto
que necesito
de su atención
que lo único que me duele de verdad
es que su diletantismo la haga apartarse de mí
cuando soy solemne
cuando hablo en serio
cuando le quiero decir lo que siento
sin bromas
sin fugas
sin derivas, sin estar flotando como una espora drogada.
No eres un genio porque no puedes representar el sentir y el pensar
de tu época porque estás perdido. No eres un genio, porque tienes flojera.
No eres un genio porque nadie va a sentirse representado en tu obra.
No eres un genio porque no vas a aparecer en la historia del arte,
ni siquiera en la tradición literaria de tu país,
ni en la de nación alguna.
No eres un genio porque apenas le gustas a tu vieja, y eso,
solo algunas veces,
como en el día de la madre, por ejemplo.
A ver, ¿qué poema le vas a regalar a tu madre este año?
Y si pusieran mi pierna en el plato de fondo. ¿Te la comerías?
Y si fuésemos a la iglesia a comer hostias. Quiero comer de su cuerpo
perverso, polimorfo.
Hambre.
¿Hambre de qué? De lo que sea, pero que lo traigan rápido.
Hambre de tiempo, de explosiones, de papitas fritas con salsa golf,
del cuerpo de Cristo y Dalí, de perro, de fragmentos a los que pueda retornar
cuando haya recobrado las ganas de tener algo que recordar, de la verdad seria y grave
que espero nos digamos el día que nos volvamos a encontrar en alguna calle destruida.
Press rec.
Recording.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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4 comentarios:
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te imaginas que sería estar arrojándole palabras a la cabeza a los policías desde una torre?
yo sé que dolería, además escribiendo también se pueden hacer heriditas
y sí
me gusta que tu poesía sea como el truco de la baraja y la cinta skotch
huevón, porque no te conectas estoy pasteleandome re-feo
Pues yo recomiendo que, ante la ansiedad de ver extinguirse la panoplia, nos aprovisionemos de un jamón.
a)diletante.- adj. y s. Aficionado a la música.
b)Poliformo, Fa.- adj. Que puede tener diversas formas.
[.]__[.]
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