Ahora que en todas las latitudes hay indecibles masas de gente luchando por nobles causas, por liberarse de la voluntad manipuladora e imperiosa que les dice qué hacer y cómo hacerlo y que buscan incansables el remedio a esa condena que los hace sufrir la cruel esclavitud del capital, del tiempo, de la autoridad. Ahora que protestamos todos juntos como un puño contra esos que sin importarles nada hacen y deshacen la historia oficial de las naciones, los puros, los bellos, los dueños de todos los recursos: la tecnología, la información, el carisma, el poder y la simpatía y destrozan almas poseyendo los cuerpos y su tiempo con implacable ambición y nos destinan a la muerte en vida, pulverizando nuestras mentes hasta hacerlas a todas iguales y manejables, dóciles sin capacidad de reaccionar. Mientras nosotros seguimos aquí sentados, sin ganas ni siquiera de liberarnos nosotros mismos de lo que nos tiene reprimidos y amenazados, aburridos y tristes, adoloridos y rabiosos de muchas cosas: del ruido de toda la tecnología frotándose una con otra, la indiferencia del vecino que escucha los estertores del anciano solitario, el humo que derrite los polos, de la gente que impone su poder para imperializarlo. La gente se va agrandando hasta explotar, hasta explotarnos a todos. Ké kagada, no quiero reprimir a nadie. Sólo quiero morir porque solamente para eso sirve la vida: para agonizar inmortalmente. Resistir, luchar: ser libre es querer ser libre.
Culture is, after all, America’s greatest export. But we always say they don’t have one, and you’re always talking like this. English was your favorite school signature.
Yo aprendí a limpiarme el kulo mirando televisión. Y a amarrarme los zapatos con un CD multimedia. Y me quedé en medio de un juego de ajedrez contra una simulación de Kasparov, pero su conversación era tan aburrida que lo apagué. Puse la porno y me corrí la paja.
Todo el mundo quiere las mismas cosas, qué se puede esperar de unos robots salidos de fábrica.
Primero tomas un cerebro y le dices que no consuma drogas, luego lo expones a tres horas de televisión diarias y si le gusta más tostadito lo dejas un ratito más. Y por varios motivos, no solo para ponerlo brutazo, sino también para que nos idiolatre. Lo pones en videojuegos para que se excite un toque, llenas la calle de tombos, lo tienes amenazado con varias cositas desagradables. Luego le dices que vaya a estudiar no sé por qué, pero que vaya igual. Y luego que trabaje en cualquier sitio para que se aburra, pero como actualmente la vida está hecha para el aburrimiento que se quede ahí un ratazo, y para ke no joda ahí le damos el dinero para ke se alucine un toque. Le ponemos las cosas que le deben gustar en la tele, en la calle, en la gente con la que querrían fornikar, en todos los sitios por los que pasen sus sentidos, en la koncha de su madre, en todos sitios, qué divertido y se los ponemos bien bonitos, con colores y formas modernas, siempre nuevas para ke no se percaten que los estamos lorneando desde hace rato.
No hay que olvidar los pequeños placeres. Eso no hay que quitarles. Con eso los tenemos bien trankilitos, para ke no hagan nada, para ke todo lo real sea tal como ya es y ke en el fondo las cosas que a nosotros nos interesan queden siempre iguales. Ke ellos krean otra cosa, nos llega al wevo, me llega al wevo, ¿no es cierto? Sí, sí es cierto señor. Lo real es ke son unos esclavos de mierda y yo, yo puedo hacer lo que me da la gana con ellos, porque yo siempre voi a tener el poder mientras ellos están viviendo su realidad, su adormidera de ovejas cojudas. Ke no se enteren que este orden está sustentado en el sufrimiento de millones, en la humillación de otros tantos, en el dolor de tantos que con tanta risa no los podremos contar. ¡Ké se mueran! ¡Ké importan si no tienen voz! ¡Si son invisibles y están tan lejos! Jajajajajaaaaaaa lo mejor de todo es que no se quieren enterar porque les encanta la comodidad y el egoísmo y se quejan pero felizmente saben bien que no pueden hacer nada. No pueden hacer nada. No pueden hacer nada. No pueden hacer nada. No van a hacer nada. No van a hacer nada. Sólo les queda reírse de toda esta cagada. Y ya quiero que se termine, “quiero apretar el botón” para vender sus almas en el otro mundo porque me pertenecen. Porque día y noche sueñan conmigo, con llegar a mí.
Todos ellos quisieran estar conmigo para poder desde aquí liberar toda la mierda. Pero no pueden. No pueden. No pueden. No pueden despertar, no pueden querer nada nuevo. Yo los devoro, apenas surge un insurrecto. Que no se lleguen a enterar de nada. Que vivan sabiendo lo que yo quiero y nada más. Y por encima de todas las cosas, que no se agrupen nunca. Que no se agrupen nunca, que cada uno se quede bien metido en la casilla en la que YO lo he metido. QUE LAS FORMAS INQUEBRANTABLES QUEDEN ASÍ PARA SIEMPRE. ¡Qué los otros infinitos mundos sigan reprimidos!
Ha hablado el ESTADO.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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