miércoles, 28 de marzo de 2007

Sígueme olvidando

Perdido en un laberinto.
Las placas con los nombres de las calles han desaparecido en todos los caminos.
Mirar a cualquier sitio es como mirar a cualquier sitio.
La gente habla y yo no entiendo.
Todos los días son el mismo día.
Despierto sin querer despertar.
Me duele el estómago hasta que almuerzo.
Me echo a dormir.
Salgo a clases, los audífonos me protegen del mundo.
Vuelvo a casa.
Leo y me encierro en libros hasta volver a dormir.

Me está olvidando.

Estoy perdido, como una historia inconclusa, cuyo autor está olvidando.
Sígueme olvidando, quiero saber hasta dónde puedo llegar en el vacío.

Pronto, nunca habré existido.

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