viernes, 16 de marzo de 2007

¿Para eso vas al gimnasio?

La gente prepara sus cuerpos en gimnasios, en parques y otros centros de entrenamiento físico y mental porque saben que pronto comenzará el ataque. Cuidan sus cuerpos como los técnicos de artillería limpian y mantienen bien cuidados los arsenales de aniquilamiento. El fantasma de la guerra merodea las ciudades modernas. Los tigres rondan sigilosos como sombras en sus jaulas, haciendo el seductor baile de la muerte frente a los niños. Saben que pronto la prisión se va a abrir y saldrán luego de miles de años con las fauces y las garras como sierras eléctricas queriendo destrozar toda manifestación de carne que se les ponga en frente.

Los hombres se entrenan, se hacen mejores, progresan, evolucionan para matar, para eliminar a los demás y sobrevivir, para permanecer en el tiempo. Si fuese necesario asesinarían a sus propios hijos y hermanos. Nada les importa mientras las ventanas de sus autos estén polarizadas. Una sonrisa amarga y un no-pensamiento acerca de la existencia es lo que llevan en el morral verde, junto con algunas pastillas y tumores que terminarán con sus días insípidos y de temor a morir: a deslizarse como un surfer, un skater, un biker que se cuela entre los vehículos terrestres de las grandes urbes en sentido contrario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo preparo mi exterioridad en el salón de belleza. Después, en consecuencia, estoy apta para preparame físicamente sobre los resortes de mi cama.
Ada.