martes, 1 de julio de 2008

I really love you and I mean you







"las madres recelaban que tu vista, cual cabeza de Medusa, produjera en sus hijas los terribles estragos de un amor frenético y sin esperanza, y trataban de ocultarles tu presencia".

La comparación con la medusa me gusta. Ay querida amiga, no quiero herirte ni un poco. Pero siempre estoy aquí. Te juro lealtad, pero no me pidas ser la única porque no podría hacerlo. Me dejo llevar por el instinto, la intuición. Le deseo el bien a todos los hombres y a todas las mujeres del mundo, pero ¿quién sabe qué sea lo mejor para ellos? Conozco la verdad y solo ella es a quien amo. Te amaré mientras seas verdadera. Cómo podría no amarte si he querido amarlo todo. Sé distinta, única y especial, en realidad no te puedo aconsejar que seas algo que ya eres. Solo te pido que como yo lo vayas descubriendo día a día y te entrenes infatigablemente en ser tú misma. De verdad desearía ser luz para todos, porque la luz se entrega a todos con igual sincerdidad, aunque a veces sea cruel alumbrar a las bestias para mostrarles su propia deformidad, aquella que siempre se negaron a ver. No importa, hemos nacido para amar y perdonar: ésa es la única forma que tenemos de salvar al mundo. Te amo y en verdad no te había escrito nada por falta de tiempo. Estoy queriendo tener tiempo para disfrutar de todo. Aprender es una de las cosas que más me gustan y uno aprende de/con la verdad. Por lo tanto a la verdad es a quien persigo como un cazador, como un charlie parker escrito por Cortázar, como un Sherlock Holmes, un L, un infatigable hedonista, rendido ante la belleza de la creación.

No me interesa mi ego, sé que está ahí y que con cada encuentro lo elimino un poco. Pero el camino no parece tener fin, lo cual es bueno de hecho. Los caminos se cruzan por afinidad. La afinidad no es eterna entre entes distintos, organismo distintos. Sin embargo los caminos se cruzan de vez en vez. Me interesa arder por completo donde las palabras no sirven para nada, me interesa explorar la pasión humana, la autoaniquilación constante, la revolución cotidiana y la libertad (tal vez la libertad por encima de todo).

No tienes idea de quién soy ni qué soy y yo tampoco, pero muchas veces he soñado que vengo de muy lejos a hacer cosas inimaginables. No me identifico con el resto de humanos, sino tal vez con las estrellas o los insectos. Quiero conocer a los humanos y más específicamente a las mujeres y sus cuerpos con el mismo morbo con que el científico observa a sus amadas muestras a través de un microscopio. Sé que no soy normal, pero intento ser yo mismo al máximo. Lo más yo mismo que pueda ser, eso es lo que quiero. Sé que todos estamos en las mismas. La luz es el saber, el logos, el poder entregado por nuestro padre el Sol que es tirado por el carruaje de Apolo, el que hiere de lejos, a todos nosotros, el regalo de Prometeo, la fuente de inspiración de Heráclito, el oscuro y todos los que nunca pueden bañarse dos veces en el mismo río.

Ellos tenían razón, la luz es amor. Todo es amor.

Julien Alexander es el ángel de los subterráneos; "subterráneo" es un nombre inventado por Adam Moorad, poeta y amigo mío, que dijo: "Son hipsters sin ser insoportables, son inteligentes sin ser convencionales, son intelectuales como el demonio y saben lo que se puede saber sobre Pound sin ser pretenciosos ni hablar demasiado de lo que saben, son muy tranquilos, son unos Cristos." Julien sí que es un Cristo.

Sí bueno, he comenzado a leer "Los subterráneos" de Kerouac.

Extraído de: "Mi vida cotidiana"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay querido amigo, no quiero herirte ni un poco. Pero siempre estoy aquí. Te juro lealtad, pero no me pidas ser el único porque no podría hacerlo. Me dejo llevar por el instinto, la intuición. Le deseo el bien a todos los hombres y a todas las mujeres del mundo, pero ¿quién sabe qué sea lo mejor para ellos? Conozco la verdad y solo ella es a quien amo.