lunes, 20 de abril de 2009

No podía olvidarme del rey

Al César lo suyo...


Estaba leyendo "El tiempo de los asesinos" de Henry Miller, dos ensayos que tratan paralelamente las vidas de Rimbaud y ese breda y me puse a pensar en Unabomber y en mí mismo y qué pretendo con todo esto??? Así que acá es donde suelto el rollo de no existen inocentes, que todos somos culpables y demás cosas obvias. Que lo único que se puede hacer con el resto de tiempo (3 años) que nos queda de vida es divertirnos como anguilas y que, bueno en fin, me gustaría que todos fuésemos como hermanos y demás floro cristiano.

Mi jefa me dijo que lleva diez años rogándole a dios que acabe con su vida, y yo le dije que estamos aquí por algún motivo, así que terminé hablando acerca del propósito, que podría ser un despropósito a estas alturas del camino y creo que, viéndolo críticamente, es en lo que he caído. Así que aquí en estas breves palabras improvisadas tendré que decir algo que vaya, digamos, por ahí. Así que teniendo en cuenta que soy aquello que he dejado que suceda a mi alrededor (la música que escucho, los videos que salen del youtube, los libros que aparecieron alguna vez en mi mochila, la gente que estuvo alrededor desde el comienzo, algunos siguen hasta hoy…, etc. No olvidar polvos azules ni Wilson por el amor de Dios), tengo que decir que mi propósito en esta vida es escribir.

Es esa necesidad y ese no saber qué más hacer ni qué más poner, es ser un poco como todos esos tipos que ves con grandes ojos de admiración y piedad, como a Andrés Caicedo y Bolaño, es morir en cada intento y despertar la mañana siguiente o figurar en un álbum de panini sobre los surrealistas del futuro y ser un sticker brillante y hacer algo que me permita decir con orgullo que consumo drogas y que amo la vida.



Mi jefa dice que mi peor defecto es la inmadurez, que parezco un chiquillo de 16. La última vez que me dijeron que era maduro fue a los 13 años, a los 20 decidí quedarme de 16 eternamente. Ese día llegué a mi jato y encontré este video que se lo dedico a mi jefita con cariño. Aunque trabajo es trabajo, se la puede uno pasar mostro ahí en la librería.



Esta es la explicación científica de la existencia de Dios: es mejor tener un propósito, es mejor ser alguien. Todo lo demás no sirve, no existe. De cualquier forma, si quieren pueden seguir comprándose relojes de plata y autos para viajar al interior los fines de semana largos o ir a hacer shopping en miami, new york, madrid, tokyo, parís, berlín, londres, etc. Yo me quedo con unas ganas jodidas de seguir quedándome, soy del tipo de gente que nunca se puso de moda ni lleva tatuajes.

Dormir sigue siendo mi pasatiempo favorito.

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