El sol nos alumbra a todos. Sus filamentos de luz están entrando en las sombras más oscuras. Hoy por hoy los ejércitos están llegando a los bastiones más infranqueables sorprendiendo alegremente a las bestias. Con las fulgurantes espadas que reflejan la verdad, la única verdad, esa que atraviesa los medios y llega hasta el centro de tu cerebro para decirte lo más obvio, eso que siempre supiste pero nunca quisiste aceptar porque era eso. Tú frente a una pantalla que te muestras lo que tú escribiste hace ya tanto, que lo has olvidado.
Todo, todo, todo es memoria.
Si algún día lees esto, quiero que sepas que quisimos sobrevivir, aunque algunos no, hubimos los que sí. El cambio se dio, para algunos fue por las buenas, para otros por las malas. Algunos nunca se dieron cuenta de lo solos que estamos todos. Los amo. Hubimos algunos que luchamos por abrir las puertas del cielo, algunos nos siguieron, otros murieron a nuestro lado y hoy viven entre nosotros. Ha llegado el tiempo de dejar las armas más pesadas y sacar los finos y nanotecnológicos bisturíes de la exploración xíkica. La salvación es parte de nuestro pasado. En el cielo las batallas son con uno mismo y su lógica y ni siquiera eso. En el cielo los ojos no se cierran para dormir. Yo estoy pensando en cómo hacerte entender, que no me necesitas o que yo siempre he estado al frente tuyo mostrándote el camino, pero tú eres quien tomará la última decisión. Algunos ya la tomaron y están en medio del campo de batalla curando a los heridos. Algunos están pidiendo un poco de agua (y se ponen estos polos que dicen: i need love, o se visten de negro o simplemente no tienen idea de nada y andan un poco perdidos). Algunos, los del 1%, están sorprendiéndome; yo soy nadie para emitir un juicio acerca de ellos (pues es casi imposible debido a su impredecibilidad), pero les tengo fe por el simple hecho de estar colocados en la vanguardia, ahí donde no hay nada que ver aún.
Ya los comencé a ver. Y pronto voy a dejar de ver para trabajar solo desde la mente.
“Somos de luz”, es una frase memorable.
Museo de arte contemporáneo en Río, imposible, irreal, hermoso. Los reto a hacer algo mejor que eso.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
lunes, 17 de septiembre de 2007
Solo aquello que es realmente memorable merece ser recordado
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2 comentarios:
Preferible tambien el grabar la guerra, enajenarse del bien y el mal, del atacado y el ataque. Busca la cima donde se frotan las balas perdidas, fuma y especta.
No sobrevivirás, pero nunca viviste, solo existes.
Mas todo es relativo. La unica verdad es la ambiguedad.
Buen post
Cuando todo explote y este vacío. Los foráneos que se posen no recordaran guerreros, menos los comprenderán a ellos o sus motivos.
Tan sólo recordarán museos de rios e infraestructuras antiquisimas o "contemporáneas". El tiempo avanza. No todo, bello o hermoso, perdura
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