sábado, 15 de noviembre de 2008

Mandalas, taoísmo multicolor, vaca multicolor, el grupo Niche, ayahuasca



Improvisación en torno al negro

Destruyan el mundo,
es suyo.
Hagan lo que quieran.

Muéranse.

A nadie le importa.
Velocidad.
locidad.
cidad.
dad.
.

Letras grandes.

Signos de exclamación.

Materia inerte.

Líneas rectas.

Figuras geométricas.

Fuegos artificiales.

Niños muertos y/o desmembrados.

Supuestas guerras.

Los medios nos hechan el humo en la cara.
¿Qué quiero ver?
¿Qué puedo ver?
Quieren dinero, quieren ver lo que pueden hacer con el dinero.

Aniquilación y masacre al débil,
inocente, indefenso. Tus abuelos esperando a la muerte, luego tus padres, luego tú.
La misma soledad.

Gente enferma.
Y se niegan a morir.

Quieren más dinero, yo no sé para qué
quieren dinero.
Quieren tu dinero.
Quieren sexo.
Quieren metértela o que se las metan y nada más.
Quieren y nunca van a dejar de querer.
Y luego van a seguir queriendo más
hasta que se mueran.
Unos mueren de hambre,
otros mueren de sed,
otros mueren queriendo más que eso.
Todos se mueren.
A algunos les gusta envejecer.

¿Qué quieres hacer?
Quiero dinero.
¿Qué vas a hacer?
Dinero.
Ya, ¿pero qué más?
Quiero dinero.
¿Qué mierda eres?
Dinero.

Quiero dinero.

Dinero, sexo, comida.
Consumir hasta que el mundo reviente.
Yeah!
Acaben con el mundo de una buena vez, bestias salvajes.
Háganlo hoy.



Improvisación en torno al rojo

Amor = dar, ser lo que otro necesita.
El amor no es acaso procurar que el otro exista como posibilidad (mundo posible, ficción, mundo irreal),
soñarlo.

Amar no es acaso dejar al fluxus actuar en paz.
El fluxus es amor.
Amor es ausencia de miedo.
Uno cuando ama se mete al fluxus, como a esa corriente en la que se meten Nemo y sus amigas, las tortugas, para viajar más rápido.

Unidad.
Tao
funcionando sincronizadamente
en una armonía imperturbable.
Sistema autogenerativo llamado naturaleza
o imaginación o fantasía o tú mismo, cuando pones
una buena canción y te chorreas a crear tu universo.

Relájate y siente,
ritmo romántica.

Queridos amigos, lean libros y no sean como yo.
No sean como nada que hayan visto antes en sus vidas.
Sean sus propios padres y madres.
Bienvenidos esquizofrénicos eternos, voladores,
a cada instante muriendo a carcajadas.

Para servirlos, para lo que gusten.

Cadenas de placer, formando cascadas que llegan hasta el último,
ése que soñó el sueño más simple o ese que recién al final creyó
que todo esto era cierto.

¿Comunidad? ¿A qué te suena?
Ajá, claro, reunión de los comunes.

Sean amables, sean gentiles.
Y tú deja de estar tirando con todo el mundo.

Si nos mandan a dormir, dormiremos.
Todos esos animales y plantas y estos cuerpos (en youtube) son una maravilla
será una pena echarlos así nomás al olvido. ¿Pero qué más da?
Siempre hay un mañana en algún lugar.
Hagan lo que quieran: hagan más dinero
desde sus torres de no-control
donde ven pasar esos aviones en los que les gustaría viajar.
Pero no pueden sacar las manos del teclado
ni pueden dejar de apretar los botones y ver las lucecitas y cifras.
Hagan más dinero como las máquinas.

Dejen que el amor se pudra en la puerta del horno,
como un sol durmiendo en una almohada de oro.
Sí, siempre hay un mañana, aunque suene muy moderno.
Bob Dylan podrá volver a la vida. Fácil viene a Perú, esta extraña capital del mundo.

Y ahí de nuevo en el concierto al que irán porque tienen dinero
seguirán medio perros,
medio máquinas,
casi nada hombres.
Haciendo que se pudra, tan rico, tan dolor. Tan aquello que les gusta, les encanta, no pueden soltar.
Niños desmembrados envueltos en vendas en la cama de un hospital deconstruido, animales polares siendo despellejados con vida, bombardeos nocturnos, suicidios masivos, crímenes idiotas y desesperación. Prejuicios cagones y astalkulo, sicarios, terroristas, resentidos, vengativos, gente que odia a otra. Los grises maldiciendo su suerte sin saber a qué se debe, mientras van a trabajar pensando que ya otro solucionará sus problemas, ni siquiera eso: sin pensar.
Reconcíliense, vuelvan a ser uno. Dejen de sentir miedo.
Risas, carcajadas, muéranse. Denlo todo, tienen poderes mágicos. Tejan los hilos sueltos que han quedado colgando en las ramas de la tradición. ¡Estamos en Perú!

¡Estoy vivo,
es un absurdo,
pero estoy!

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