Tenemos una posición y la defenderemos hasta la muerte.
Una posición nómade.
Nos movemos por el mundo con nuestras ideas y miradas a cuestas,
las llevamos en un bolso
oscuro hecho de memoria.
Lo que sucede en ese bolso no lo sé,
pero a veces lo abro
para jugar con la piezas de un rompecabezas
que nunca voy a terminar de armar
felizmente.
Solo pido permiso para partir
cuando vuelvan las ganas.
Releer hasta entender.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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