Escribí esto cuando leía el acróstico retaguardista del Oso poetoso. Fui vilmente influenciado por la beba newmann, o tentado o algo así.
Oscura calma que reptas los
Salones del sueño,
Otórgame una visión
Primera y única
O
El devaneo incestuoso,
Torrencial, en una de las tantas
Oscilantes estancias en las que
SuspiroOperoso
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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