o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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3 comentarios:
Te linkeé.
Que color, que acto, que imagen, que vehemencia, que mujeres, que cuerpos, que delicadeza, que musica. Puta madre, que rico, debe ser de lo mas estético que he visto en mi vida.
Y que bien puso esa fruta el 30
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