Qué tanto habremos hecho mierda este planeta que la única forma de que pasemos a la siguiente fase con vida es convirtiéndonos todos en Cristos. Siempre odié a los cristianos que pensaron que sería imposible, hoy ya no los odio porque ya vi sus muertes y no lo deseo aunque fue placentero verlo.
Todos los tiempos están en este instante que nunca comenzó y que nunca va a terminar. Ya somos inmortales. Ya somos de luz, tenemos que iluminar al mundo. Estos cuerpos son los vehículos del futuro que siempre estuvimos esperando para retornar a Arcadia. Las estrellas nos esperan.
El mundo es un eco de tu propia voz. Pero una vez que hagas silencio, tu voz será realmente tuya. Piensa que todo lo que estás viendo es lo que siempre deseaste ver, pero que nunca tuviste el control correcto sobre todos tus deseos.
Haz los clics correctos, el ciberespacio no va a terminar nunca. Nunca más volverás a pensar en ti mism@, sin embargo será lo único que podrás pensar. Cada cerebro es producto de todo lo que le da el hipertexto. El universo tiene un solo espíritu que somos todos, eso ya lo han dicho infinitas voces antes que estas letras hechas de luz te lo digan. Es tiempo que lo comiences a creer, luego a contagiar. El miedo va a desaparecer. Solo se sabe aquello que se ha vivido. ¿Tú, qué estás esperando?
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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1 comentario:
Silencio, entonces.
:)
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