Estaba tomando agua en la cocina.
Son las 11 p.m.
Parece que es el momento adecuado
para ir al cuarto de mis padres y decir:
Tal vez ya lo sepan,
pero ustedes son iluminados
como Cristo
o alguno de los Budas
o como cualquier Fulano
que lo esté descubriendo
en este instante.
Bueno, hasta mañana,
solo quería decirles
eso.
Terminé el vaso con agua.
El hechizo ya está hecho,
es inevitable.
Caminé hacia la habitación,
la puerta estaba cerrada.
Dudé, pero cogí la perilla
y empujé.
Estaba con seguro.
¿Qué?, gritaron de adentro.
Nada, respondí.
A pesar que es 26 de octubre, tal vez todavía no sea el momento.
Este post también es parte de "Los placeres extrañamente horribles de hoy."
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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4 comentarios:
Jajajaja.
Chess!
Amigo, por favor!
Envía un Mail para la embajada del Brasil en tu País y habla de la injusticia que los tribunales do Brasil están cometiendo con esta niña.
Gracias. Viva la solidaridad entre los humanos.
despues de tiempo, tiempo , tiempo uno recae en la llamarada del teclado, recuerda existencias, y dice :"Arde la rama seca, lanza un accesorio de baseball como Jhonsson y la repitencia del Biancu"
Saludos.
No hay comprensión. Intensa intención. Kate tenía razón, hay que intentar ser claros. Sé que es imposible la total claridad, pero hay que hacer el intento. Las cosas claras, somos espíritu puro, pero necesitamos formas para manifestarnos. Pedimos el control, que se nos está dando para darlo.
Doy lo que recibo, recibo lo que doy. Así me voy haciendo ligero, invisible, invencible, uno.
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