Cinco mil ochocientas versiones distintas de una noche con Radiomar plus, categóricamente superior, ¡ay qué rico!
y dos fantasmas.
la última chupada del mango.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
2 comentarios:
hay alguien que tiene más blogs que yo!! (tengo otro más escondido que nadie sabe)
saludos!!
los anima la bolsatelite peeee
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