sábado, 3 de noviembre de 2007

Más

Se opone, con frecuencia, la secta a la iglesia. La secta es, en este contexto, la parte que se excluye a sí misma del todo. Pero hace cuatrocientos años anglicanos y luteranos se excluyeron del todo católico. Hace dos mil, los cristianos católicos se excluyeron del todo judío. ¿Debemos llamar sectas a todas esas iglesias?. ¿De qué todo se habrá excluido Conciencia de Krishna que practica la ortodoxia vedanta?. Las religiones no aparecen por generación espontánea. Todas ellas, históricamente, se excluyeron alguna vez de otra religión más antigua. ¿Es, entonces, toda iglesia y toda religión una secta?. Pero lo propiamente sectario no está en la “exclusión”. Ni en la interpretación divergente de la moral o la fe. Sino en la usurpación de la parte cuando intenta apropiarse los fueros del todo. Desde un punto de vista moderno el “todo” solo puede ser la Humanidad en conjunto y el sectarismo se encuentra en semilla en toda parcialidad de lo humano.

Texto y comentarios extraídos de mi lectura de FUENZALIDA, Fernando. Tierra baldía. Australis, Lima, 1995. Pp 38-39.

[Y pensar que religión significa religar, volver a unir. Todos los caminos conducen a Roma. Todos van a llegar a la misma respuesta, al mismo silencio. Y luego saldrán de ahí con la máscara que más les guste. Una máscara única, pero máscara al fin y al cabo. Personas entran al mar, se deshacen. Personas salen del mar, personas nuevas, eternas. Hoy miles mueren para volver a nacer con una mente nueva. El problema no está allá afuera. Está en los ojos que miran. La verdad es que no hay problema, porque no hay verdad, porque la risa está creando su propio chiste para seguir riéndose. No existe nada más inútil que la vida, nada hay que sea más valioso. Vivir es un arte. Cada máscara tiene su propio estilo, pero la vida es una sola.
A algunos les gusta quedarse siendo hilo, otros son tejido. Conciencia en movimiento y exploración.
Estoy paseando en un salón de espejos.]

No hay comentarios.: