Recuerda tu deseo, recuerda tu deseo, recuerda tu deseo.
Obsesiónate.
Mañana dormirás, pero llegado el momento ella va a llegar.
Recuerda tu deseo,
recuerda tu sueño, ella está luchando
por llegar a tu instante.
Aunque sea haz algo, no sé
rézale, búscala, llámala, pero no te quedes como un wevón
sin hacer nada.
Si duermes suéñala, es lo mínimo que puedes hacer.
- Solo espero que llegado el instante pueda reconocerlo para despertar.
- Si nunca dejas de soñar con ella, volverá. Tu deseo siempre está cerca.
Tú la deseas.
o la destrucción de las formas inquebrantables. Sobre cómo tres muchachos decidieron poner un puesto de pop corn en la avenida y de cómo las monjas chinas les preguntaron dónde quedaba el jardín oscuro de Schöenberg, ellos al ver que las uniformadas en el hábito de nuestro Señor Jeremías Equisto no llevaban peniques ni chibilines, las mandaron al desvío sin percatarse que el camino que les señalaron con desidia las llevaría a través del tortuoso sendero de una felicidad infinita.
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