Necesitamos un rey y una nueva aristocracia

Si alguien conoce a algún rey o reina que quiera gobernar bajo mandato divino, dígale que tiene mi voto y todo mi democrático apoyo.

El partido monarquista mira con lamento estos tiempos en los que todos tienen la razón y el hambre y el descontento y el vacío. Y hace un llamado general a los espíritus nobles para que pongan las cosas en orden.

Tanta oscuridad nos da miedo a nosotros, los pequeños burgueses que ya no sabemos qué querer ni por qué ni cómo quererlo, sino siendo vasallos.

Era más fácil cuando las cosas bellas eran aquellas que gustaban a las almas bellas (que morían de hastío). Hoy todos morimos esa moriencia, pero feos y a nadie le importa esa agonía.

El héroe moderno resultó siendo un locazo más sin otro atractivo que su esquizofrenia. ¿Qué más? ¡Qué vuelva el rey de enfermedad tan saludable!